Detrás de lo que ves en tu pantalla estoy yo, Samanta.
Siempre me han encantado los niños, pero encantar en el sentido de querer achucharlos, jugar con ellos un ratito, provocar que hiciesen alguna picardía de esas que te sacan una sonrisa cuando te acuerdas y después a su casa a dormir con papi y mami! (O mamis, papis, juntos, separados…¡que sé yo! con su familia).
Nunca he (había) tenido lo que llaman instinto maternal, ni ganas de experimentar un parto… ni nada de eso, con lo que me duele a mí quitarme un pelo de la ceja por dios!!
Pues bien, aquí estoy hoy escribiendo esta presentación como mamá de dos trastos, Leo y Micaela, que revolucionan al ser más tranquilo de este planeta, hay que ver cómo cambia la visión de la vida (y la vida!) cuando tienes hijos… tanto, que ellos son los responsables de esta aventura… ¡Cuánto debemos aprender de los niños!
Cuando nacieron nuestros retoños me puse a buscar y rebuscar cosas bonitas para ellos y me dí cuenta de dos cosas: una, que tal vez soy demasiado exigente y dos, que pocas cosas cumplían todas mis expectativas en cuánto a calidad…diseño… vamos, que a todo le pongo pegas ea, que le vamos a hacer!
Total, que me lío, en un día de esos en los que te sobra algo de tiempo comenté con mi marido, Micael, (sí, el nombre de nuestra hija es muy original :D) la idea de crear una tienda de productos sostenibles, bonitos y punteros para bebés y niños, de esos que ves y te quieres llevar a tu casa, y cómo tiene por costumbre apoyar todas mis locuras… aquí estamos 8 meses después (casi casi otro embarazo)
Le dimos nombre a esta idea: Mon petit moisés, y creamos una empresa familiar y muy comprometida con que todo lo que nos encargues cumpla tus expectativas en todos los aspectos.